Fraude impune
Gloria Reza M.
6 de diciembre de 2009 ·

 “La ambición nos ganó”, dice uno de los 30 alumnos del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) de la UdeG que el pasado 23 de julio fueron timados por Sergio Alejandro Palafox Amezcua, un presunto policía federal que les ofreció computadoras a 2 mil 500 pesos por unidad pero nunca se las entregó, por lo que perdieron su dinero.
Cuatro meses y medio después de que Palafox se presentó en el plantel para hacer su propuesta a los directivos, el estudiante admite: “Sabíamos que lo que hacíamos era ilegal, pero era la única forma de comprar una laptop, pues están muy caras”.

Ahora, él y otro compañero piensan interponer una querella ante la Procuraduría General de Justicia del Estado para saber qué ha pasado con la demanda que presentó ante la Subdelegación de Procedimientos Penales “A” la coordinadora de la carrera de ciencias computacionales, Patricia Sánchez Rosario, el mismo 23 de julio, día que Palafox Amezcua recibió el dinero y se esfumó sin entregar el equipo que prometió.

Ambos se quejan también porque, dicen, la coordinadora ya se desentendió del asunto a pesar de que fue ella la que fungió como intermediaria entre los alumnos y el supuesto agente federal y porque el director de la División de Electrónica del CUCEI, Alberto de la Mora, dijo en una junta realizada el 24 de julio “que los alumnos tenían la culpa por querer algo así de barato”.

Ese día, dice uno de los afectados, De la Mora les dijo que ese fraude es resultado de la avaricia de los alumnos, incluso les pidió que a la universidad “ni la metan”. Ello pese a que él mismo “quería encargar tres computadoras (a Palafox) y todo (se negoció) dentro de la oficina de la maestra (Sánchez Rosario)”.
E insiste: “Nadie sabe en qué va la demanda; parece que (en el CUCEI) sólo quieren que se olvide el asunto”.

 El engaño
 El fraude, cuyo monto asciende a 82 mil 500 pesos, se orquestó a partir de que Sergio Alejandro Palafox visitó el plantel y le comentó a De la Mora que él podía darle trabajo a los egresados del plantel reparando equipos de computación.

El director de la División de Electrónica le dijo a su interlocutor que platicara con la coordinadora de la carrera de ciencias computacionales del CUCEI, Patricia Sánchez. Palafox le dijo que tenía un camión lleno de computadoras que habían sido confiscadas y que pretendía venderlas a bajo precio entre los estudiantes de ingeniería en computación.
“Sin corroborar si eso era cierto” –comenta una de las afectadas–, la maestra informó sobre el precio bajo del equipo de cómputo. Los interesados reunieron la cantidad suficiente para adquirir 33 máquinas, incluso uno de los estudiantes entregó 17 mil 500 pesos. En total, dice la entrevistada, le entregaron a la coordinadora 82 mil 500 pesos, que ella guardó en un sobre con el nombre y código de cada alumno.

En la averiguación previa AP/PGR/JAL/GDL/AGM3M4/4371/2009 que se levantó el mismo día del fraude a las 19:56 horas en la Subdelegación de Procedimientos Penales “A”, Sánchez Rosario narró al agente del Ministerio Público de la federación Joel Alberto Valdez González que a las 10 de la mañana Sergio Alejandro Palafox se presentó en el módulo O del CUCEI.

Según ella, Palafox le comentó que “quería contactar alumnos para un trabajo que sería la instalación de redes”; también le expuso que los agentes federales habían hecho un decomiso de equipo de cómputo marca Sony Vaio y que querían venderlo a los estudiantes del CUCEI a 2 mil 500 pesos por unidad.

En su declaración, Sánchez Rosario asegura que le preguntó a Palafox cuánto tiempo le daría para juntar el dinero y él le contestó que lo hiciera de inmediato. “Él se despidió comentándome que se tenía que ir a una reunión, que nos veíamos más tarde”, agregó la maestra.

Asimismo, refirió que Palafox se retiró a las 11 de la mañana y dos horas después se comunicó con ella. No la encontró, por lo que le dejó recado en su oficina. Ella le devolvió la llamada aproximadamente a las 14:00 horas y le expuso que ya tenía la relación de los alumnos interesados en adquirir las computadoras.

A su vez, el presunto vendedor le respondió que él mismo llevaría los aparatos a las instalaciones del CUCEI y colgó. Sin embargo, 10 minutos después volvió a marcar y, de acuerdo con Sánchez Rosario, dijo que era mejor que la reunión fuera en avenida 16 de Septiembre y La Paz, donde está la tienda Oxxo; incluso explicó que “el camión de la PGR era federal y no podía ingresarlo a la escuela”.

El supuesto policía federal llegó al lugar en un taxi conducido por Alejandro Ramírez Gallardo y le pidió a la coordinadora que le entregara los 82 mil 500 pesos, también le dijo a ella y a sus acompañantes, las profesoras Sabrina Vega y Griselda Pérez, que siguieran el taxi hasta el edificio de la PGR, mientras que él se dirigió a la puerta de agentes y se introdujo al inmueble para, según le explicó a Sánchez Rosario, hacer el “oficio de la donación”.

A partir de entonces Sánchez Rosario y las dos maestras que la acompañaban ya no volvieron a ver a Palafox. En su queja, la declarante explicó que alrededor de las 17:30 horas se dirigió al guardia de la procuraduría y le dijo que buscaba al “capitán” Palafox, e incluso se lo describió. El vigilante le dijo que ahí no había oficinas de la Policía Federal.
Y ella misma lo pudo corroborar, pues en el inmueble sólo había elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI). Se dirigió entonces a la oficialía de partes y, tras registrarse, pasó a la Agencia del Ministerio Público federal a la levantar la denuncia correspondiente.

En su declaración ministerial expuso que el supuesto capitán Palafox medía 1.80 metros, era de tez morena, complexión robusta, nariz ancha, pelo negro y corto, y hablaba con acento de la Ciudad de México.
Por sus características, el “capitán” Palafox se parece a Miguel Ángel Cisneros Palafox, alias El Capitán Palafox, de 42 años y originario del Distrito Federal, quien es acusado de fraude y de vender “mercancía asegurada”.

La procuraduría estatal emitió un boletín el pasado 22 de febrero en el que explicó que el falso militar fue aprehendido en julio de 2008 pero recuperó su libertad luego de pagar una fianza. Y aunque en febrero volvió a caer en manos de las autoridades, volvió a salir.

NOTA: QUIÉN ESTABA A CARGO DEL DESPACHO DEL D.C.C. EN ESE ENTONCES Y AHORA LO VUELVEN A RATIFICAR COMOEL RECTOR DEL CUCEI EL FLAMANTE: EL DR. MARCO ANTONIO PEREZ CISNEROS....JAMÁS SE HIZÓ JUSTICIA.

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